El día que ya no sepas quién eres, dónde estas, que tienes en la cabeza tomando las decisiones por ti. El día que no encajes en el puzzle que ayer sustentabas. El día que te asustes de ti mismo. Ese día, descubrirás tu esencia. Está en tu mano aceptarla o no.
Yo lo hice: cuidado con el dragón.

lunes, 6 de agosto de 2018

Las grietas que quedan

Es curioso el momento en el que de repente vuelve. Le ves ahí, dentro de ti, apenas un atisbo pero está. Ese momento en el que te das cuenta de lo que se ha quedado de una persona.
No hablo de cuando coges sus manías o de ese grupo que te enseño. Son cosas más pequeñas, grietas en quien eras cubiertas por otra persona.
Esa pareja celosa que tuviste y ahora quitas la contraseña del móvil. Esa que te llamo pesada y ahora te callas cuando llevas un minuto seguido hablando. Esa que te vendió la luna para luego robártela y ahora no compras ni una cena. 
Y es normal andar con pies de plomo cuando acabas de morder el polvo y la herida aún sangra, pero es que no hablo de eso. Esto ocurre meses, incluso años después. Cuando lo has superado, cuando igual ni recuerdas su cara, cuando nada te duele de todo lo que os paso, llega: 
Una idea que cambia. Una confianza que se emborrona. Una fortaleza que se tambalea. Una personalidad que cae.
Y te quedas con esa nueva versión de ti, a la que no quieres, que no existía antes del mazazo. ¿Y donde queda la anterior?¿donde estás tú?
¿Quien es esta persona desconfiada, celosa, callada o irascible que te han ido dejando?¿cuantas partes de ti ya no te pertenecen?

Es curioso como hay golpes que destruyen tus cimientos. Hay grietas que aparecen cuando ha pasado el terremoto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario